Capítulo 12

El fuego había cesado y el cielo había recuperado su color normal, mientras, esos gritos que habían decorado el panorama, parecían haberse finalizado. Las valkirias habían cobrado su cuota de sangre por el descontrol que el imperio estaba haciendo en la región, y cuando se sintieron satisfechas, se retiraron, así, de repente, tal como aparecieron, sin más.

Faux había sido salvado por una de ellas, que lo maravilló enormemente por su apariencia física y por toda la energía celestial que emanaba. Jamás había visto una criatura que lo deslumbrara de esa forma, con aspecto similar a las mujeres humanas, pero ciertamente con mayor musculatura y una altura superior al promedio, incluso de los varones. Obsesionado por esto, Faux comenzó a buscar la forma de poder replicar aquello que había visto, sintiendo que era su misión en la vida, poder poblar la tierra de criaturas a la semejanza de las valkirias.

Lamentablemente, los métodos no eran los mejores a nivel ético, porqué, así como Faux fue creado a partir de un humano secuestrado, este hizo lo mismo con algunas niñas de poblados cercanos a los bosques, raptándolas durante la noche y con complicidad de algunos animales que lo ayudaron en la tarea. Pronto, comenzaron a esparcirse decenas de relatos terroríficos sobre como un monstruo con cuernos merodeaba el bosque y secuestraba a los niños indefensos y distraídos, lo cual también sirvió como advertencia para todos los infantes de las aldeas, para evitar que jugaran solos en los bosques.

Avanzado ya en sus experimentos, y empezando de a poco, Faux buscó la forma de crear mujeres a la semejanza de las valkirias, comenzando de a poco, utilizando botellas como referencia en cuanto al tamaño que buscaba lograr. Así creó las primeras, encerrándolas luego en las botellas que utilizaba cómo referencia. Estas nuevas criaturas tenían un carácter bastante relajado, pero indiferente ante Faux, quien tenía intención de dominarlas y que estas obedecieran su voluntad. Cuando ya se sintió lo suficientemente confiado, fue cuando se lanzó a realizar la gran prueba definitiva, creando así a la primera de tamaño natural, y creó así a Minerva, la primera de las ninfas que tendría que el tamaño de una mujer regular, aunque aún conservaba la habilidad mágica para achicar su tamaño si lo deseaba. Faux se pasó varios y cansados días creando todo tipo de ninfa con sus habilidades, al sentirse entusiasmado y poderoso al hacerlo, ya que estas parecían consolarlo y alimentarlo. No obstante, las cosas se salieron de control rápidamente para el fauno, ya que, en cierto momento, las ninfas comenzaron a revelar una conducta agresiva contra él, así como la hacían las primeras creaciones embotelladas, y dejaron de hacerle caso. Incluso llegaron a herirlo sin gravedad para poder escapar de este.

Minerva lideró a las demás ninfas, internándose en las profundidades del bosque, para perder a Faux y que este no pudiera rastrearlas. Crearon su propio paraíso dentro del bosque de Iriladia, donde vivirían en paz y armonía con ellas mismas. Aun así, y a pesar de su conducta, normalmente pacifica, no por ellos no son feroces guerreras, por lo que, Faux, se sentiría orgulloso por su creación, aunque lamentado de no haber podido controlarlas a gusto, y sin embargo, irónicamente, también se sintió bien porque sentía que realmente así eran esas valkirias que había visto, así que quedaría un conjunto de extrañas sensaciones dentro del atrevido fauno que buscó desafiar las leyes de la naturaleza.

Los secuestros de niñas en las aldeas no fue algo que quedara sin consecuencias, ya que en repetidas ocasiones, grupos de hombres armados se adentrarían al bosque para dar caza al fauno, y a pesar de que las ninfas no quieren obedecerlo, defendieron a este en innumerables momentos, porque, en definitiva, también defenderían así su hogar de aquellos a quienes consideraban invasores.

Iriladia se estaba poblando de seres mágicos y encantados, mientras que, en las profundidades, las almas en pena comenzaron a hacer ecos en la cabeza de una antigua deidad olvidada que buscaba la forma de recobrar la gloria que tuvo en el pasado.